"CONSAGRADOS A SER EN LA IGLESIA ECO DE LA LLAMADA DE DIOS Y REFLEJO DEL AMOR DEL CORAZON DE CRISTO"

domingo, 15 de septiembre de 2013

EXPERIENCIA DE ASIS y ROMA
 EXPERIENCIA INOLVIDABLE

A LA CIUDAD CUNA DE LA FRATERNIDAD CRISTIANA, peregrinó nuestra Fraternidad de Servidores del Corazón Sacerdotal de Jesús, unos físicamente, otros de manera espiritual. Todos hemos estado en Asís, la ciudad de la paz, la ciudad santa, la ciudad de san Francisco de Asís, la ciudad de la Fraternidad.                         
                                                                     
Celebración de inicio  del Retiro e imposición
del pañuelo del peregrino
Capilla de las religiosas Franciscanas Alcantarinas


Fueron días intensos de reflexión, oración, celebraciones, vivencias, experiencias inolvidables desde el testimonio vivo de San Francisco y Santa Clara.
                
Bajada a San Damiano para la tarde de retiro y adoración del Santísimo.
 Recorrimos todos los lugares, desde las basílicas de las tumbas de  San Francisco y Sta. Clara,  a la iglesita y convento de San Damiano, La Porciúncula, el monte Subacio y el Eremo de Carceri.... Compartimos con miles de peregrinos y cientos de consagrados, muchos de ellos jóvenes, la jornada de oración por la paz convocada por el Papa Francisco en la Basílica de Ntra. Sra. de los Ángeles, acompañando con las lamparillas encendidas en la vigilia y procesión nocturna a la imagen de la Virgen por la explanada, la inolvidable adoración del Santísimo en San Damiano, el tiempo de retiro y silencio en el Monte Subasio, 
 
la peregrinación de madrugada en medio de la noche hacia Santa María de los Ángeles,  la oración silenciosa ante el famoso Cristo de San Damiano y las tumbas de  San Francisco y Sta. Clara, la celebración de la Eucaristía en la Porciúncula para la Fraternidad de Servidores, donde ofrecimos a la Virgen y a S. Francisco el Libro de vida y los estatutos de nuestra Fraternidad... vivencias, emociones, lagrimas, sonrisas, cantos, oraciones... días inolvidables con la acogida fraternas de las religiosas Franciscanas Alcantarinas en su residencia que fue nuestra casa durante cuatro días.


Ante el monumento que conmemora la llegada de San Francisco y sus compañeros a Roma para pedir al papa Honorio III la aprobación de su forma de vida

Nos acercamos, con espíritu de peregrinos a la Ciudad de Roma, la ciudad de Pedro, para manifestar nuestra cercanìa y comunión con el sucesor de Pedro el Papa.  Visita a las cuatro basílicas mayores; San Pedro del Vaticano, con magnífica visita guiada por los Scavit  -grutas vaticanas, necrópolis pagana y cementerio cristiano-, para rezar ante la tumba de San Pedro, contemplando las cajitas de metaquilato que contienen sus restos, Santa María la Mayor, San Juan de Letran, San Pablo extramuros, y la emocionante visita a la quinta basílica que fue la Santa Cruce in Jerusalem, donde se custodian las reliquias de la pasión del Señor. 

Inolvidable la multitudinaria audiencia del Papa el miércoles, cuando el sucesor de Pedro pasó muy cerca del grupo de la Fraternidad, y puso su mirada en nuestra pancarta y sonriendo nos bendijo y saludo. La despedida con la celebración de la Eucaristía  para la Fraternidad de Servidores, junto con los laudes, en el Altar-capilla y tumba de San Pío X en el Vaticano presidida como todos los días por nuestro "consiliario" Francisco, y ante el mosaico de la Presentación de la Virgen en el templo. 


Nuestros abanderados esperando al Papa, después del madrugón en un magnífico sitio por donde pasaría el Papa




Vivencia de fraternidad con las religiosas de la Sagrada Familia de Nazaret, que fue nuestra casa durante la estancia en Roma, cercanas, alegres, familiares... gratitud a todas ellas por su acogida y mil detalles.

Días ciertamente de regalo de Dios, en los que nos hemos sentido, Iglesia, fraternidad en camino, y alentados a seguir en la obra que Dios a puesto en nuestras manos con el testimonio de San Francisco, el santo de la fraternidad Cristiana, como reza uno sus monumentos en Asís, de Santa Clara y como no con esa mirada sonriente y bendición que nos dedicó el Papa cuando pasó a nuestro lado. Todos estuvimos en Asís y Roma.¡Volveremos!.